la canica

En el transcurso de una milésima fracción de segundo una canica en su diligente marcha delinea tras su desplazamiento una imperceptible muesca sobre el albero del rincón del parque antes de atizar con fuerza a otra canica impulsándola fuera de la demarcación del juego originando un chasquido seco percibido por el perro que sosegadamente dormita a los pies de un señor que no es su dueño, el que a su vez descansa junto a un libro a la espera de alguien que no llega tres bancos más allá del clausurado establecimiento de ultramarinos que tiempo ha disfrutara de su máximo prolífico auge abasteciendo de aprovisionamiento más de un cuarto de centuria antes de incoar la mengua con rumbo al deterioro.

Esta acción cotidiana coincide con la aparición del abúlico barrendero de la circunscripción que ajeno a estos hechos se desvía de su itinerario de barrisquear la avenida para ojear la nueva octavilla que se hacina agregada al montículo de los últimos días en la fachada del establecimiento de ultramarinos que enigmáticamente cada eclosión de cada aurora da los buenos días entre deliciosos versos a alguien desconocido y que cada extinción de cada hebdómada desaparecen clandestinamente delatando al raso milésimas muescas de un imperceptible cómputo; hecho que le sume en eternos supuestos que desde hace meses amenizan sus jornadas en búsqueda de una precisa aclaración que, quizás, nunca logre descifrar divagando desde las más rocambolecas hasta las más apasionadas hipótesis.

Desemejantes hipótesis alteran el pensamiento del dueño de la canica impulsada fuera de la demarcación del juego y de la búsqueda malograda de su hallazgo antes de abandonar el rincón del parque pronunciando un chasquido de fastidio al chocarse con un perro que presurosamente se dirige al portal tres manzanas más allá del seco arbusto aledaño al albero por donde ahora transita el abúlico barrendero el que se inclina para recoger la minúscula bola vítrea depositándola en el departamento del carrito abasteciendo sus valiosos tesoros encontrados y retomando su itinerario.

manifiéstese a su antojo