asueto

objetivo número uno—

Pollo imberbe a lomos de un motociclo empecinado en una afable ilustración en posición estática de cuán ruidoso es el bramar de un tubo de escape desprovisto de silenciador.

Lentamente fricciono mis dedos próximos a mi órgano auditivo derecho agudizando la vista, enfilo la diana y descargo proyectil. Puntería exitosa en la mano entretenida en acelerar.

El chavea ante el inesperado impacto desatiende el vehículo ocasionando una catastrófica caída. Tras recuperarse del mallugado costalazo me inspecciona con rictus mosqueado sonsacándome una rauda culpación al señalar, disimuladamente, a un crío distraído de lo acontecido. Siento algo de pena por el pequeño calumniado pero me dispenso al pensar que este incidente de inmerecida tunda le será fructífero en algún instante de su vida.

objetivo número dos—

Carcamal decrépito de género femenino habituada a colarse en cualquier recua convocando a sus polifacéticos achaques para posteriormente extasiarse las horas muertas dale que te pego a la sinhueso con sus conchabadas camaradas.

Lentamente fricciono mis dedos próximos a mi órgano auditivo derecho agudizando la vista, enfilo la diana y descargo proyectil. Puntería fallida desviándose de su trayectoria impactando con destino final en el metal de la muleta de la susodicha de cuyo estruendo azaróse el gallinero.

Trapatiesta senil casada contra mi persona entre improperios y tremenda regañina relativa a lo poco bonito que está mi comportamiento en consonancia a mi añada; a lo que únicamente puedo admitir que están en lo cierto.


manifiéstese a su antojo