druida

Cuenta la leyenda que en una época no olvidada fruto del castigo de la preterición del tiempo existió una escuela del pensamiento en donde educar el desconocimiento de la puericia instruyendo de este modo a la ignorancia asimismo de amamantar el propósito perteneciente de prosperar hacia una sustantividad inexistente.

Dicha escuela efigie viviente de la libertad confinando a la falsa doctrina y a la hetaira moralidad dotaba a todos y cada uno de sus pupilos sin distinción de clases de las articulaciones convenientes para instruir al cuerpo y al alma de toda belleza y perfección de que son calificados para encarar cualquier probable óbice de la existencia.

Como primordial finalidad prevalecía conocer la auténtica estructura de la realidad, no el mundo completado por los sentidos, profundizando para ello en el conocimiento y el uso de la razón fundamentada en la imposibilidad tanto de la certeza total como de la incertidumbre completa.

El cuestionamiento sitiando en un brete los sistemas de pensamiento establecidos suscita un nuevo conocimiento abriendo camino orientado hacia nuevas rutas a explorar y habilitando la continuidad de la propia enseñanza.

Cuenta la leyenda que en una época no olvidada existió una escuela del pensamiento en donde educar individuos soberanamente libres y nunca jamás esclavos de sus gobernantes.

manifiéstese a su antojo