Si pudiera hacer todo tan sumamente sencillo como el desempolvar unos textos casi olvidados de un tiempo que ya no duele como si, verdaderamente, no hubieran acampado a su libre albedrío en mí llevándose consigo partes irrecuperables convirtiéndome en esta persona que apenas tolero.
Si no tuviera que frenar las persistentes extralimitaciones yo, sinceramente, volvería a hacer todo mucho más sencillo.