Recuerdo la mañana que apareció en la biblioteca del centro; de inmediato la vocinglería allí reunida se acalló bajo su figura enjuta y desgarbada. El pelo desaliñado y un encarnado pañuelo anudado al cuello acentuaban ese aire bohemio de aquel que no sabe dónde está ni tampoco le importuna en demasía.
Categoría: espineta
dame besitos
Rozaba su consumación las vacaciones navideñas aquella mañana de recio biruji en la que encaminé por el recorrido consuetudinario de callejuelas mis pasos, los que me llevarían a reunirme con mis tres inseparables en el punto de encuentro acostumbrado. Siendo el punto de encuentro acostumbrado el hogar familiar de una de ellas.
la ciudad de los cajones
Empleo las palabras que me has enseñado. Si no significan nada, enséñame otras. O deja que me calle” —S. Dalí
pulsaciones
No me duelen prendas asentir que en la distracción de mi ensimismamiento el distinguir ciertos sonidos de determinados objetos desata de una forma animal y descarada mi libídine y, precisando con más meticulosidad, el peculiar sonsonete del mecanografiar con brío un estruendoso teclado. Que de poder optar mi persona el que esta evocación se ajustara a algún deslucido recuerdo de mis vivencias, desearía que perteneciera al deslizar de tus manos varoniles aplastando las teclas dando vida a versos envueltos en humo de picadura de liar junto a unos amartelados trozos de hielo del último trago de whisky revueltos en un sucio vaso adentro de una inhóspita habitación en vez de ser propiciada por un loro coquetuelo y mi inexperta cabeza acomodada entre dos tremendos pechos turgentes en el ínterin de incontable tardes de verano.
Explícome.
el pájaro azul
Dicen que hay que conformarse con las cosas que no se puede cambiar, que hay que tener valor para intentar cambiar las que sí se puede cambiar y que hay que tener sabiduría para distinguir unas de otras. Pues a nosotros nos falla lo de la sabiduría” —Extremoduro
credo
Creo en la vida, apasionada y desalmada; en ocasiones fascinante y en otras tantas insoportablemente despiadada pero caeré diciendo que era buena la vida y que valía la pena vivir y reventar.