marzo de dos mil diecisiete

Pese a que pretendes rescatar lo positivo del sobrevenir que detalla tu existir, muy a tu penar, estás completamente inhabilitada para alcanzar a discernir lo provechoso que entraña el desencanto en el doblez.

Con enfurecimiento desligas de tu costado la desfachatez del ventajista sin escrúpulos que arrastra y vapulea el insobornable desinterés resulta a que jamás conoció la auténtica honestidad ni aunque le atizase en plena jeta motivándole un vislumbre de desvergüenza.

Y con plena conciencia te rindes al portador de pensamientos revolucionarios liberados de prejuicios sin enmascarar bajo simulada apariencia, insurgente de la soberbia dueño y señor de límpida naturalidad. Bebes a sorbos esperanzas sin límites del venero de la lealtad.

A recordar en todo momento que lo sincero siempre es sencillo; no falla.

Nunca estuvo entre tus pretensiones desarmar a la vanidad ni evidenciar a la inexactitud. No pasa nada, domina tus limitaciones y atiende a la atrevida humildad.

Inspira, persevera en el camino dejando todo atrás.

»Superganadores, Los Trotamúsicos

manifiéstese a su antojo